Normalmente, cuando se va a realizar un viaje al extranjero, se toman numerosas medidas y se tienen en cuenta muchos elementos y circunstancias, para tenerlo todo a punto y preparado para que el viaje resulte satisfactorio.

En ocasiones, por no tener la suficiente información, por despiste, o por cualquier otra causa, se puede olvidar uno de los principales factores a tener en cuenta es la salud.

Accidentarse o sufrir una enfermedad, son imprevistos que pueden suceder en cualquier momento de la vida, y no es raro, que durante un viaje, sea por negocios, ocio o estudios, o por cualquier otro motivo; aparezca mermando la salud del viajero, y comprometiendo su estancia allí, dificultándole la recuperación y el disfrute o aprovechamiento del tiempo que esté en el lugar de destino.

Ante los diferentes imprevistos que se pueden dar, el seguro de salud, se presenta como la opción más completa para mantener la salud y en caso de enfermedad o accidente, diagnosticar y tratar al paciente de forma rápida y personalizada, ofreciéndole las mejores soluciones para una pronta recuperación.

Existen varias formas de mantenerse asegurado cuando se viaja:

Por un lado, en muchas de las opciones de seguros de salud que existen en el mercado en la actualidad, disponen de coberturas en el extranjero, donde el asegurado podrá recibir atención sanitaria por profesionales de un centro médico de donde se encuentre, abonando una pequeña franquicia, o usando la modalidad de reembolso (estas opciones varían dentro de las condiciones de cada aseguradora).

Un seguro médico de viaje, que cubra especialmente los asuntos médicos en general, en el lugar de destino y durante la estancia que el asegurado vaya a estar. Esta es una opción temporal, que ofrecerá diferentes tipos de servicios, dependiendo de las condiciones particulares que el asegurado elija.