Los riesgos sanitarios asociados con los viajes son mayores para ciertos grupos de viajeros, incluidos bebés y niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos, discapacitados, inmunodeprimidos y aquellas personas con problemas de salud previos. Se recomienda encarecidamente a estos viajeros que soliciten información a un especialista en medicina del viajero.

Edad
Los viajes en avión pueden provocar molestias a los niños, como resultado de los cambios de presión en la cabina de pasajeros, estando éstos contraindicados para los niños menores de 48 horas de vida. Los bebés y niños pequeños son especialmente sensibles a los cambios repentinos de altitud y de radiación ultravioleta. Tienen necesidades especiales en lo que se refiere a vacunaciones y precauciones contra el paludismo. Se deshidratan más fácilmente que los adultos en caso de una ingestión inadecuada de fluidos o su pérdida a causa de diarrea o vómitos. La edad avanzada no es necesariamente una contraindicación para el viaje, si el estado general de salud es bueno. Las personas ancianas deben pedir consejo médico antes de planificar un viaje de larga distancia.

Embarazo
En general, viajar no está contraindicado durante el embarazo mientras que no esté próximo a la fecha prevista del parto, siempre que se trate de un embarazo sin complicaciones y que el estado de salud de la madre sea bueno. Lo más seguro para las mujeres embarazadas es viajar en el segundo trimestre del embarazo. Las aerolíneas imponen algunas restricciones a los viajes al final del embarazo y durante el período neonatal. Se aconseja a los viajeras que consulten posibles restricciones directamente con la compañía implicada.

Hay algunas restricciones sobre vacunación durante el embarazo.

Las mujeres embarazadas tienen riesgo de complicaciones graves si contraen paludismo o la hepatitis tipo E. Deben evitar viajar a áreas endémicas de estas enfermedades durante el embarazo siempre que sea posible. Las complicaciones por tromboembolismo son más frecuentes durante la gestación.

Durante el embarazo cualquier tipo de medicación sólo debe tomarse siguiendo recomendación médica. No es recomendable realizar viajes a altitudes mayores de 3.000 m. o a zonas remotas durante la gestación.

Discapacidades
Las discapacidades físicas no constituyen normalmente una contraindicación para viajar si el estado general de salud del viajero es bueno. Las compañías aéreas tienen normas relativas al viaje de discapacitados que necesitan ir acompañados. Se debe obtener información de la aerolínea correspondiente con antelación suficiente al viaje planeado.

Enfermedades preexistentes
Las personas afectadas por enfermedades crónicas subyacentes deben pedir consejo médico antes de organizar un viaje. Entre las enfermedades que incrementan los riesgos sanitarios durante el viaje se incluyen las siguientes:
• Enfermedades cardiovasculares.
• Hepatitis crónica.

•Enfermedades intestinales inflamatorias crónicas.
•Enfermedad renal crónica que requiere diálisis.
•Enfermedades respiratorias crónicas.
•Diabetes mellitus.
•Epilepsia.
•Inmunosupresión debida a medicación o a infección por VIH.
•Enfermedad tromboembólica previa.
•Anemia severa.
•Trastornos mentales graves.
•Cualquier dolencia crónica que requiera intervención médica frecuente.
•Transplantes.
•Condiciones oncológicas.
•Afecciones hematológicas crónicas.

Cualquier viajero afectado por una enfermedad crónica debe llevar consigo la medicación necesaria para todo el tiempo que dure el viaje. Todos los medicamentos, especialmente los que requieren receta, deberán llevarse guardados en el equipaje de mano dentro de sus envases originales con las etiquetas visibles. Como precaución ante pérdida o robo es aconsejable llevar la medicación por duplicado en el equipaje facturado. Debido a la intensificación de la seguridad aérea, los objetos cortantes y los líquidos en cantidades superiores a los 100 ml deben permanecer en el equipaje facturado.

El viajero deberá llevar consigo el nombre y datos de contacto de su médico junto con los otros documentos de viaje, e información sobre su situación médica y tratamiento, además de los detalles sobre la medicación (incluidos los nombres genéricos de los medicamentos) y las dosis prescritas. Esta información debe igualmente guardarse en formato electrónico para poder recuperarse a distancia (por Ej. en una base de datos segura). También es necesario llevar un informe del médico, certificando la necesidad de los medicamentos u otro material sanitario (ej. jeringuillas) que lleve el pasajero, que pudiera ser solicitado por los oficiales de aduanas y/o personal de seguridad.